¿Qué necesita saber una mujer de su sexualidad?

A continuación, indico que necesita saber una mujer de su sexualidad. Lo primero que hay que preguntarse es: ¿Cómo puedo explorar mi sexualidad?

Explorar tu sexualidad como mujer implica: reflexión, autoexploración, dedicación y tiempo. Pero también conlleva un trabajo en apertura de mente a diferentes experiencias, sensaciones y emociones.

Un buen punto de partida puede ser, reflexionar sobre tus fantasías, tus deseos, e identificar las cosas que te excitan o estimulan. Para ello, la imaginación es muy poderosa.  A partir de ahí, te harás una idea de cuanto tienes que trabajar tu sexualidad.

Si te suena a chino eso quiere decir que, te queda mucho trabajo por delante, pero ese es el camino. Si entiendes algo, sigue por ahí, profundiza, explora e innova hasta descubrir al completo tu sexualidad. Y si ya la conoces, solo tienes que disfrutar de ella.

Hay que recordar que la sexualidad es única de cada persona, pero como en todo, para descubrirla hay que trabajar en ella, y ser conscientes de que la tenemos y que podemos disfrutar al 100%.

Una buena forma de romper el hielo es, dedicarte tiempo, busca un lugar tranquilo donde puedas concentrarte, indagar en tu mente, jugar con ella, experimentar diferentes sensaciones y emociones. La mejor manera de conocerte es explorar con tu propia mente y tu cuerpo (sola). Sin prisas, ni agobios, ni pretensiones. Un truco, nada de expectativas.

¿Cómo puedo desarrollar mis fantasías y mi imaginación sexual?

Desarrollar tus fantasías y tu imaginación sexual es un proceso personal y creativo, al que hay que dedicarle tiempo y ganas. Dejo algunas sugerencias que pueden ayudar a explorar y desarrollar la imaginación sexual:

  • Literatura erótica: Es muy común y funciona muy bien en la excitación de la mujer. Da nuevas ideas, ayuda a desarrollar la imaginación y a explorar diferentes escenarios y fantasías sexuales.
  • Fantasías: Desarrolla e imagina sin límites, pero sin juzgarte. Trabaja la imaginación, crea situaciones, historias, escenarios, personajes o cosas que te despierten la curiosidad sexual. Puede ser con gente conocida o desconocida. Recuerda que es una fantasía y que puedes hacer con ella lo que quieras, no se va a enterar nadie, esa es la magia.
  • Recursos visuales: Televisión, series, cine, teatro erótico. Todo esto te puede servir como estímulos visuales para inspirarte en fantasías y desarrollas tu sexualidad. Encuentra aquellos recursos que te funcionan.

Una vez que hemos explorado y descubierto o desarrollado fantasías que funcionan para nuestra excitación, ya tenemos una idea de nuestra sexualidad. Es en este momento en el que hay que ponerlo en práctica y empezar a autoexplorarse.

Buscar un sitio tranquilo, sin prisa, ni agobio. Con algo de luz, o una vela, que no haga frio, ni mucho calor en la habitación. Tumbarse tranquilamente en la cama. A partir de aquí, poner en marcha las fantasías trabajadas y elegidas, los recursos visuales que tengáis en la mente, o incluso recordar ese relato erótico que te excitó. Y con todo esto, desarrollar la imaginación hasta sitios insospechados, llevar vuestra mente a aquello que os ha excitado o que os está excitando, y empezar a explorar vuestro cuerpo.

El objetivo de todo esto es, explorar vuestras zonas erógenas, descubrir vuestra excitación, qué os gusta, cómo os gusta y dónde os gusta.  Una vez que descubráis esto, se puede decir que ya sabéis algo de vuestra sexualidad. Poder responder a estas preguntas es lo primero que tenéis que saber de vosotras mismas.

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