Acudir a Terapia de Pareja y Sexual nunca es fácil. Mis pacientes vienen a mí porque no han sido capaces de solucionar sus problemas solos. Están perdidos y angustiados por saber si su problema se puede solucionar, y es una de las primeras preguntas que suelen hacer.
La verdad es que no hay una respuesta certera. Cada pareja/paciente es un mundo, y diagnosticar (en la primera sesión) si un problema se puede solucionar, sería un error por mi parte. Pero lo cierto es, que tras muchas terapias a mis espaldas, estoy convencida de una cosa: tanto los problemas que te llevan a acudir a Terapia de Pareja y Sexual, se pueden solucionar, siempre que se cumplan tres requisitos:
1. En Terapia Sexual, solo se necesita que el problema no sea una limitación física. Hasta la fecha no he tenido ningún caso (el problema siempre ha estado en la cabeza del paciente). Estamos hablando de casos de vaginismo, eyaculación precoz, falta de erección, anorgasmia, falta de deseo sexual, etc.
2. Y en Terapia de Pareja, el único requisito es, que aún quede amor en la pareja (la famosa frase de «mientras hay amor, hay solución«).
3. Pero en ambos casos, hay un condicionante clave para que la Terapia funcione: TRABAJO.
Es la palabra que más repito en Terapia de Pareja y Sexual: trabajo, trabajo, trabajo y trabajo. O dicho por Rihanna:
Muchos pacientes piensan que con la hora de sesión semanal de Terapia Sexual/Pareja, el problema se va a solucionar. Y ojalá fuera así, pero la realidad es otra: hay que trabajar entre sesión y sesión, hacer «deberes» que yo mando, dedicándole tiempo, esfuerzo y cariño.
Con trabajo, los resultados llegan antes. La Terapia de Pareja y Sexual son mucho más efectivas.
En las sesiones estudiamos, evaluamos y corregimos aspectos del día a día, pero también se supervisan esos deberes, y es mi forma de ver si el paciente/pareja responde a la terapia correctamente. Por eso es clave que se le dedique tiempo y esfuerzo.
Me siento una profesora de matemáticas escribiendo esto, pero lo cierto es que se nota cuando una pareja/paciente hacen los deberes la noche antes, o cuando lo hacen sin dedicarle mucho esfuerzo, solo para que yo no les «pille». Y de nuevo, como diría mi profesora de mates, «no es que lo note yo; se nota en los resultados«.
Por supuesto, yo no regaño. Entiendo que tenemos poco tiempo libre y que a veces, da pereza ponerse a hacer lo que la sexóloga ha mandado que hagamos. Noto esta «dejadez» sobre todo en parejas que acuden porque tienen poco apetito sexual. El motivo es claro: se han acostumbrado a vivir sin sexo, y saben que pueden seguir viviendo «bien» así. Pero de verdad, no sabéis lo rápido que avanzáis cuando os ponéis manos a la obra.
El trabajo fuera de las sesiones es el 50% del éxito de la Terapia de Pareja y Sexual.
Especialmente, porque ya habéis dado el paso de acudir a terapia. Para muchos, acudir a una completa extraña a contarle sus problemas sexuales o de pareja, es un palo. Para muchos de vosotros, es lo más difícil, por eso a los valientes que han dado ese paso de gigantes, les animo a currar, a esforzarse, a luchar. A quitarse eso que tanto dolor les está causando.
Con trabajo, salud física y lo que queda de amor, se pueden solucionar (la mayoría) de los problemas.
Así que como dice Britney, ¡a trabajar!
Y si lo dice ella, (recordemos que en 2007 se rapó la cabeza), habrá que hacerle caso.
Y si quieres ver cuáles son los errores más comunes que se cometen en Terapia de Pareja y Sexual, no te pierdas este post.
*PongamonosComodos y si estamos acudiendo a cualquier tipo de Terapia, trabajemos y pongámonos las pilas fuera de la sesión, porque solo así, conseguiremos solucionar nuestros problemas cuanto antes.