Seguro que te ha pasado: vas a tener sexo por primera vez con alguien, y ya estás recreándote en las típicas situaciones sexuales que has visto 10.000 veces en el cine romántico, o quién sabe, quizás también en el porno. Sin embargo, llega el momento y, de pronto, te das cuenta de que hay más detalles de los que nadie habla, pero que son igual de importantes.
Una colaboración con el País
De esto mismo habla el artículo del País, escrito por Silvia C. Carpallo -y en el que he colaborado-, en el que se habla de aquellos momentos tan cotidianos que a menudo pasamos por alto. Algunos ejemplos son el uso del lubricante o el uso del preservativo, elementos tan comunes en el sexo y a la vez tan poco mostrados.
La necesidad de hablar de situaciones sexuales comunes
Y tú pensarás, «¿por qué hace falta hablar o mostrar situaciones sexuales tan anodinas?». Es simple, al final son igual o más importantes que el hecho de tener sexo en sí. Esto sucede, porque:
- Hace que las normalicemos y las tengamos integradas en nuestro imaginario. Esto refuerza nuestra capacidad de respuesta, ya que sabríamos cómo reaccionar ante ellas, porque lo habríamos visto muchísimas veces antes en el cine.
- Te ayuda a identificar «red flags», es decir, aquellos comportamientos que se salen de lo común y que indican un posible patrón tóxico en nuestra pareja sexual. ¿Un ejemplo? Poner excusas a la hora de ponerse el preservativo a la hora de realizar sexo con penetración.
¡Lee ya el artículo!
Si te has quedado con ganas de averiguar otras situaciones que suceden durante el sexo y que te gustaría normalizar, no dudes en leer su artículo aquí. Seguro que te verás reflejada/o en muchas de ellas.
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