Después de muchos años en consulta, me sigo encontrando con errores que se repiten en la masturbación femenina, que impiden que la práctica sea satisfactoria y placentera. Ya he hablado alguna vez de ello, pero vamos directamente a los errores más comunes que veo en Terapia Sexual:
Veamos cuales son:
Los 5 errores más comunes en la masturbación femenina y sus soluciones
- No buscar la excitación a través de la estimulación.
Este paso es crucial, nos olvidamos que una masturbación es un proceso, y para llegar al final, hay que empezar por el principio. Cuando nos apetece masturbarnos, lo primero que tenemos que buscar es la excitación. Hay muchas mujeres que para masturbarse, tocan directamente el clítoris. Esto suele provocar lo contrario, incluso molestias, dolor o rechazo.
Solución: Buscar estímulos que nos generen excitación. Los estímulos pueden ser: una imagen, una fantasía, un juguete, una escena erótica, una lectura, o hasta un recuerdo… lo que sea que te excite vale. Pero siempre, antes de empezar a tocar el clítoris, asegúrate de que hay excitación.
- Pensar demasiado en el orgasmo como único objetivo.
Masturbación = orgasmo. ERROR.
Masturbación = estímulos + excitación + orgasmo. Disfrutar del proceso para encontrar el orgasmo. CORRECTO
Solución: Sabiendo que el orgasmo es la última fase, centrémonos en cada momento y disfrutémoslo al máximo, porque a veces el orgasmo se pierde por el camino, pero si el proceso de excitación ha sido satisfactorio… eso que nos llevamos.
- Centrarse sólo en el clítoris.
Centrarse sólo en el clítoris porque tenemos como único objetivo llegar al orgasmo y el clítoris es lo que nos lo proporciona, o porque esa palabra nos suena mucho.
Solución: Centraros en lo que os está gustando. Buscar la excitación en vuestras zonas erógenas, disfrutar de vuestro cuerpo, de vuestra imaginación, ir poco a poco, sintiendo todo aquello que os esté excitando, y cuando estéis en este punto, estimular el clítoris.
- Censurar pensamientos.
Sentimientos de culpabilidad, de vergüenza, prejuicios. Existen muchos tabúes que censuran nuestra mente, y por lo tanto nuestro cuerpo.
Solución: El trabajo mental es imprescindible para poder deshacerse de esos pensamientos y disfrutar de una misma al 100%.
Tu cuerpo es tuyo y puedes hacer lo que quieras con él, y si es disfrutar de él, nadie ni nada te tiene que hacer sentir mal por ello. Igual que disfrutas de la comida o del deporte (y nadie te dice nada) también puedes hacerlo contigo misma.
Es tu cuerpo, si lo disfrutas y no haces daño a nadie con ello, ¿qué malo hay?
Yo misma. Ana García
- No utilizar lubricante.
El lubricante, el gran desconocido en la masturbación. Se piensa que es solo para mujeres mayores, o únicamente cuando se practica la penetración, y para nada.
Solución: ÚSALO. Ayuda a meterse en situación, a dejarse llevar, y a evita molestias cuando no se está muy lubricada. Dos consejos: que sea de agua, y poner una gota.
La culpa, una vez más, la educación sexual
Los motivos principales de estos errores en la masturbación femenina se deben a la falta de educación sexual y a los sentimientos de culpa y/o vergüenza.
Si os fijáis, todos los errores están directamente relacionados con ello. La falta de educación sexual es el protagonista de no saber que la masturbación es un proceso, donde lo importante es buscar estímulos que nos exciten. Ponerlos en marcha. Y conseguida la excitación, estimular las zonas erógenas y/o el clítoris con el objetivo final de llegar al orgasmo. Esta seria la secuencia correcta para el máximo disfrute de la masturbación.
Este proceso debe de ir acompañado de lubricante, ya que lo facilita en todos los sentidos. Y una mente libre de prejuicios que nos permita disfrutar plenamente de esta práctica.
No nos olvidemos que tiene beneficios físicos, y también psicológicos. Si quieres saber más, ojea este artículo en el que colaboro, donde hablo de los beneficios de la masturbación femenina.