Hace dos años eras feliz: tenías tu grupo de amigas, con novio, ellos te caían bien, o por lo menos la mayoría, y seguíais haciendo planes de “Rodríguez”, salíais de fiesta, os ibais de viaje, disfrutabais juntas… Y ahora tus amigas tienes hijos y tú no.
De pronto un día recibes la feliz noticia de que una está embarazada, luego otra y otra, y así sucesivamente. De pronto tu mundo se desmorona: no solo eres la única soltera, ahora además eres la «tita» de todos los niños de tus amigas.
Te toca vivir los nueve meses de embarazo, te sabes los síntomas de memoria, incluso te has pasado a la cerveza SIN… pero por lo menos siguen siendo dos, y siguen haciendo planes, y aunque alguna conversación sea un tanto cansina, sigues pudiendo contarles tus problemas, te escuchan. Sois las amigas de siempre.
Pero tu vida cambia cuando tus amigas tienen hijos y tú no.
Te sabes las horas del pecho de memoria, sigues bebiendo cerveza SIN, los horarios ya si son diferentes (a las 20:00 cada uno en su casa), tu móvil tiene la memoria saturada de fotos de bebes… pero lo peor de todo son… (dentro música de miedo)… LAS CONVERSACIONES:
“Mira cómo te mira, ya te reconoce”, “te ha sonreído”, “le están saliendo los dientes”… ya no puedes tener una conversación de mas de un minuto seguida sobre ti.
Tranquilas, esto son etapas de la vida, no a todas nos llega a la misma vez, y no todas queremos tener hijos. A ti todavía te queda tiempo para seguir saliendo, viajando, yendo al cine, concierto, aburrirte y hacer aquel curso de fotografía que tantas ganas tenias, ser una runner, o hacer un huerto urbano. ¡Eres libre!
Y es justo en este momento en el que debes abrir tu círculo de amigos
Sin dejar a tus amigas de lado -las sigues queriendo igual-. Tendrás que ejercer de tía de vez en cuando y siempre estarán ahí, pero te mereces seguir disfrutando de aquellas cosas que solo puedes hacer sin hijos. Y si ni siquiera quieres tenerlos, pues seguir disfrutando de la vida que a ti te gusta.
Por mucha pereza que te dé ponerte a buscar amigos a los 30, apúntate a ese curso, da igual que te guste o no, pero así empiezas a abrir circulo, acóplate a la cena de la única amiga que te queda sin hijos o ve a tomarte una caña con los del trabajo, y verás la vida de otra manera. También puedes preparar ese viaje que tus amigas con hijos ya no van a poder hacer hasta dentro de cuánto… ¿18 años?
Los ciclos de la vida están ahí, a unas personas les llegan antes y a otras después, no te sientas la persona más miserable del mundo por no tener pareja ni hijos. Todo vendrá, de la misma forma o diferente, simplemente hay que seguir viviendo la vida. Es tan corta que no merece la pena lamentarse ni compararse.
*PongámonosCómodos y disfrutemos de lo que cada uno tiene, de esta forma, el camino a la felicidad será más corto.